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Lo único que podía sentir era la paz indescriptible y el amor que todo lo abarca de Dios. Sabía sin lugar a dudas que estaba a salvo.

El momento de silencio me dio la oportunidad de reafirmar las verdades espirituales que había estado sabiendo sobre la seguridad de Ben y la inocuidad de las avispas.

La verdadera constante es la presencia y el poder de Dios, la Vida y el Amor divinos, que iluminan nuestro camino y hacen que nuestros pasos sean seguros en cualquier situación.

Podemos contar con Dios como el Amor, la Verdad y la Vida, como el fundamento de nuestras vidas.

Estoy profundamente agradecida por la Ciencia Cristiana. Me ha dado una vida maravillosamente armoniosa y pacífica, llena de pruebas de la bondad y el poder de Dios en las numerosas y rápidas curaciones que experimentamos mis hijos, mi esposo y yo.

Empecé a ver que Dios, el Principio divino, el Amor, era el poder detrás de esta actividad.

La confianza en la ley divina me mantuvo firme en la convicción de que decir no a la corrupción sería una bendición para todos.

El hecho de que cada asistente tenga acceso directo a la Biblia y a Ciencia y Salud, a menudo en su propio idioma, apoya el crecimiento de la comprensión espiritual.

Cuando abres tu pensamiento por primera vez a esta Ciencia, puedes aplicar inmediatamente sus verdades espirituales con resultados prácticos.

Me di cuenta de que podía enfrentar ese miedo y el desafío del asma como hizo David en la historia de David y Goliat.