Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

La hermosura del Amor

Del número de febrero de 1983 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Dios es Amor, y Él está en todas partes. De esto se deduce que el Amor debe de estar presente en todas partes, debe de estar expresado en todas partes. Y la hermosura del Amor se expresa plenamente en su idea, el hombre. La Sra. Eddy nos dice en el libro de texto de la Ciencia Cristiana: “El hombre es la expresión del ser de Dios”.Ciencia y Salud, pág. 470.

¿Qué decir entonces de los rasgos desagradables que a menudo vemos expresados en la escena humana, tales como la amargura, la ira, la rivalidad, el odio, la crítica destructiva, la justificación propia, etc.? Todos éstos son, sin lugar a dudas, pensamientos desagradables y desprovistos de amor y pueden causar estragos si se somete uno a ellos. ¿Provienen estos pensamientos de Dios? No, Dios no es un dios de temor y de condenación. Dios es Amor, y puesto que no cambia, Él preserva eternamente Su propia imagen, o expresión, el hombre. Por eso podemos deducir que esos falsos rasgos de carácter no le pertenecen al hombre de Dios — al único hombre — que no son inherentes a su naturaleza, no se originan en su consciencia, y no tienen ningún poder para apoderarse de él.

¿Qué es el pensamiento destructivo, dónde se origina? Es simplemente el producto falso de una mente material falsa que pretende tener el poder de personalizar sus así llamadas acciones. Su argumento falso nos dice: “Puedo hacerte pensar que eres un mortal. Tengo el poder de abrumar tu pensamiento y hacer que reconozcas un poder aparte de Dios”. Pero su mentira es ineficaz ante la ley de Dios, la única Mente, que eternamente Se hace valer como Todo. El Amor está siempre presente. El hecho de que Dios es Todo excluye la posibilidad de que el mal pueda ocupar algún lugar. El hombre es la idea del Amor: apreciado, amado, satisfecho, completo. Nunca se ha alejado de la infinitud del Amor ni se ha convertido en una entidad solitaria. El Amor es la Mente del hombre, su Vida. Y porque Dios es el que todo lo hace, podemos decir a las sugestiones destructivas: “Tú no eres mi pensamiento, y no te concederé actividad ni vida permitiendo que me uses en contra de mí mismo o de mi prójimo”.

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / febrero de 1983

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.